La reducción de pecho, también llamada mamoplastia de reducción, no solo tiene un propósito estético.
Muchas mujeres deciden someterse a esta cirugía para aliviar molestias físicas que el exceso de volumen puede causar: dolor de espalda, tensión en el cuello o dificultad para realizar actividad física.
Después de la intervención, una de las dudas más frecuentes es cuándo se puede volver a hacer deporte y qué cuidados hay que tener para garantizar una recuperación segura.
La clave está en respetar los tiempos del cuerpo y seguir las recomendaciones médicas paso a paso.
¿En qué consiste la cirugía de reducción mamaria y cómo afecta al rendimiento físico?
La mamoplastia de reducción consiste en retirar el exceso de grasa, tejido mamario y piel para conseguir unos pechos más ligeros, firmes y proporcionados. También se reposiciona la areola para mantener una forma natural.
El impacto de esta cirugía en la vida diaria es muy positivo. Muchas pacientes sienten una liberación inmediata: mejora la postura, desaparecen los dolores musculares y se recupera la comodidad al moverse.
A nivel deportivo, la diferencia suele ser notable. Antes de la intervención, el tamaño del pecho puede limitar la práctica de ejercicios como correr, saltar o nadar.
Tras la cirugía, el cuerpo se siente más equilibrado y ágil, lo que permite volver a entrenar con mayor libertad y confianza.
Aun así, el retorno al ejercicio debe hacerse de forma gradual y con supervisión médica. Cada cuerpo cicatriza a un ritmo diferente, y forzar los tiempos puede retrasar la recuperación.
Recuperación postoperatoria tras una reducción de pecho
La recuperación inicial dura entre 3 y 6 semanas, aunque el proceso completo puede extenderse varios meses. Los primeros días es normal sentir ligeras molestias, inflamación y tirantez, que se controlan fácilmente con medicación y reposo.
Durante esta etapa, se recomienda evitar movimientos bruscos con los brazos y mantener el sujetador postoperatorio las 24 horas.
Este soporte es fundamental para favorecer la cicatrización y mantener la nueva forma del pecho.
La paciencia juega un papel importante. Aunque el resultado estético puede apreciarse desde las primeras semanas, la verdadera recuperación interna —tejidos, cicatrices y sensibilidad— necesita tiempo.
Un seguimiento médico adecuado y el cumplimiento de las indicaciones favorecen una evolución segura y sin complicaciones.
Cuándo volver a entrenar después de una reducción de pecho
El regreso al ejercicio físico debe hacerse de forma progresiva y consciente.
En líneas generales:
- Primeras 2 semanas: reposo relativo. Evitar ejercicio físico intenso. Pueden darse paseos y hacer una vida activa pero sin esfuerzos.
- De la semana 3 a la 6: se pueden realizar actividades suaves, como caminar al aire libre o ejercicios de piernas sin impacto.
- A partir de la semana 6: el médico evaluará si es posible incorporar ejercicios de tren superior, siempre con precaución.
El momento exacto dependerá de la evolución de cada paciente y del tipo de deporte que practique.
Deportes de impacto como running, aeróbic o crossfit requieren más tiempo antes de retomarse.
Escuchar al cuerpo es clave: si hay tirantez, molestia o inflamación, es mejor detenerse y consultar al cirujano.
Médico especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Colegiada Nº 3107880
• Licenciada en Medicina
• Especialidad en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
• Máster Universitario en Dirección y Gestión Sanitaria.
• Facultativa especialista de área en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
• Miembro SECPRE, SVNRA y FILACP.





