La liposucción no es un atajo para perder peso. Es un procedimiento quirúrgico que, bien indicado y realizado por un especialista, puede mejorar notablemente el contorno corporal. Sin embargo, también requiere expectativas realistas y compromiso con el postoperatorio.
¿Qué es realmente la liposucción y cómo funciona?
La liposucción consiste en extraer grasa localizada mediante cánulas finas conectadas a un sistema de aspiración. Se realiza bajo anestesia y permite remodelar zonas como abdomen, caderas, muslos, brazos o papada.
No es una cirugía para adelgazar, sino para afinar y definir zonas que no responden a dieta ni ejercicio. Por eso, es fundamental que el paciente tenga un peso estable y buena calidad de piel.
Beneficios reales de una liposucción bien realizada
- Mejora del contorno corporal y proporciones
- Eliminación definitiva de los acúmulos de grasa tratados
- Mejora de la autoestima al obtener resultados visibles
- Recuperación progresiva con efectos duraderos si se mantienen hábitos saludables
Los resultados comienzan a apreciarse inmediatamente después de la intervención, pero el cambio completo se consolida entre los 6 y 12 meses.
Riesgos y cuidados tras una liposucción
Como toda cirugía, tiene riesgos: hematomas, irregularidades en la piel o infecciones que pueden ocurrir tras la cirugía. Por eso, es clave elegir un cirujano cualificado.
Después del procedimiento se deben usar prendas de compresión, evitar esfuerzos físicos las primeras semanas y mantener un estilo de vida saludable.
Médico especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Colegiada Nº 3107880
• Licenciada en Medicina
• Especialidad en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
• Máster Universitario en Dirección y Gestión Sanitaria.
• Facultativa especialista de área en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
• Miembro SECPRE, SVNRA y FILACP.
