El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo, principalmente en la piel, donde actúa como una esponja, atrayendo y reteniendo agua para mantener la piel hidratada y con volumen.
Con el paso del tiempo, sus niveles disminuyen, lo que contribuye a la pérdida de volumen y a la aparición de arrugas y flacidez.
En medicina estética el ácido hialurónico se utiliza en forma de geles inyectables. Existen diferentes tipos lo que nos permite abordar una amplia gama de necesidades estéticas.
El ácido hialurónico es uno de los compuestos más usados y seguros en medicina estética. Pero no todos los productos son iguales.
Existen distintas formulaciones, densidades y aplicaciones, y conocer sus diferencias te ayudará a entender qué esperar de cada tratamiento y qué es lo más adecuado para tu piel.
¿Qué clases de ácido hialurónico existen?
A grandes rasgos, distinguimos dos tipos principales:
- Ácido hialurónico no reticulado: Es una forma más ligera, fluida y con capacidad hidratante. Se utiliza para tratamientos de revitalización facial, mejorar la textura de la piel o tratar arrugas muy finas. No aporta volumen, sino que hidrata desde dentro y estimula la producción de colágeno.
- Ácido hialurónico reticulado: Tiene una estructura más densa y compacta. Gracias a esta red molecular, se mantiene más tiempo en los tejidos y permite dar volumen, rellenar surcos o redefinir contornos faciales. Dentro de este grupo existen distintas densidades según el objetivo del tratamiento.
Aplicaciones médicas y estéticas según el tipo
Cada tipo de ácido hialurónico tiene una función concreta, y su uso debe adaptarse a la anatomía y necesidades de cada persona:
- Para hidratar: el ácido no reticulado es ideal para rostro, cuello, escote y manos. Aporta luminosidad y firmeza sin cambiar la forma del rostro.
- Para dar volumen: se usan fórmulas reticuladas de densidad media o alta, especialmente en labios, pómulos, mentón y línea mandibular.
- Para tensar o redefinir: algunos tipos de ácido hialurónico con tecnología avanzada combinan densidad y flexibilidad, logrando efectos de lifting suave, sobre todo en tercio medio y contorno facial.
¿Qué tipo de ácido hialurónico necesita tu piel?
No todos los tratamientos son iguales, y por eso es fundamental una valoración médica personalizada. Un buen diagnóstico tiene en cuenta tu edad, tipo de piel, grado de envejecimiento y expectativas estéticas. Por ejemplo:
- Si buscas mejorar la hidratación y la calidad de la piel, sin modificar tu expresión, un protocolo con ácido hialurónico no reticulado será suficiente.
- Si deseas recuperar volumen perdido o armonizar ciertas zonas del rostro, como labios o pómulos, se indicará un ácido más denso, con efecto de relleno.
- En pieles más maduras, puede ser necesario combinar distintos tipos para lograr un resultado global y natural.
Médico especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Colegiada Nº 3107880
• Licenciada en Medicina
• Especialidad en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
• Máster Universitario en Dirección y Gestión Sanitaria.
• Facultativa especialista de área en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
• Miembro SECPRE, SVNRA y FILACP.